Cuando Brunelleschi comenzó la cúpula de Santa María del Fiore en Florencia, nadie confiaba en que lo lograría. No se podía sostener, era demasiado di
Cuando Brunelleschi comenzó la cúpula de Santa María del Fiore en Florencia, nadie confiaba en que lo lograría. No se podía sostener, era demasiado di